2. Conoce tu huella

i. Huella Suelo (Tierras de Cultivo)

Este indicador refiere a la cantidad de tierra que utilizamos para alimentarnos.  El concepto se basa en la cantidad de terreno biológicamente productivo que se necesita por persona para mantener su modo de vida. Además, este indicador incluye el alimento del ganado, el cual ocupa mucha tierra. De acuerdo a un informe de Greenpeace del 2019,  más del 70% de todas las tierras agrícolas de la UE  se dedican a la alimentación del ganado. (Cita 4).

ii. Huella Hídrica – Consumo de Agua

El investigador John Anthony Allan, del King’s College de Londres, acuñó en 1993 el concepto “agua virtual” (Cita 5). El agua virtual, es el volumen de agua consumida o contaminada para producir un producto, bien o servicio, medido a lo largo de toda su cadena de producción. Arjen Hoekstra  en 2002 se basó en el concepto de agua virtual de Allan para desarrollar el marco de la “huella hídrica”, creando tres tipos de agua (azul, verde, gris), para indicar cuándo y dónde se utiliza. La diferencia entre agua virtual y huella hídrica es un indicador multidimensional.  Te recomendamos leer el libro Vivir Sin Huella de Ana Santos Gilsanz, un libro imprescindible para conocer y reducir tu huella hídrica (Cita 6).

La Huella Hídrica, no es solamente la que ocupamos para ducharnos o preparar los alimentos o la que bebemos. También debemos pensar en que todo aquello que consumimos requiere de agua para su producción. La huella se puede mide en litros de agua, algunos ejemplos de los productos que consumimos en nuestro día a día (Cita 7), tales como:

13.000 a 15.000 litros de agua son necesarios para producir 1 kg de carne de vacuno.
3.920 litros de agua = 1 kg de pollo.
3.000 litros de agua = 1 kg de arroz.

Ahora imagina la cantidad de agua que se utiliza para fabricar ropa, coches, dispositivos electrónicos, y una larga lista de productos de consumo diario. La UNESCO indica que en 2022, “aproximadamente la mitad de la población mundial sufrió escasez severa de agua durante al menos una parte del año y una cuarta parte se enfrentó a niveles «extremadamente elevados» de estrés hídrico, al utilizar más del 80 % de su suministro total anual de agua potable renovable” (Cita 8). Por lo tanto, el salvar el agua está directamente relacionado con reducir tu consumo. 

iii. Huella de Carbono 

Es de las huellas más conocidas y utilizadas. La huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), generados por las actividades humanas a través de la producción de energía, quema de combustibles, o la generación de metano. Se expresa en términos de CO2 equivalente, lo que representa la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos, directa o indirectamente, por una actividad. Esta huella ha sido esencial para la implementación de medidas locales, regionales e internacionales; por ejemplo, el Acuerdo de París (Cita 9).

La UE en 2020 se comprometió a reducir para 2030 sus emisiones en al menos un 55 % con respecto a los niveles de 1990, como un paso hacia la consecución de la neutralidad para 2050 (Cita 10).

La huella de carbono se puede compensar con el equivalente a árboles. Los árboles tienen capacidad de absorción de carbono, aunque en cada árbol puede variar, según su especie o por otros factores, en general un árbol absorbe aproximadamente entre 10kg y 30 Kg de CO2 al año. Según estimaciones, requieren 22 árboles para suplir la demanda de oxígeno de una persona al día (Cita 11).

La Unión Europea, es actualmente el grupo de países que conforman un conjunto de leyes y normas más estrictas, con el objetivo de disminuir y detener la emisiones de Gases de Efecto Invernadero, con una hoja de ruta para las siguientes décadas (Cita 12). Por ejemplo, la normativa denominada Euro 6d, que desde el 2020 establece una cantidad máxima de emisiones: 120 para diésel y 90 para gasolina, en gramos de CO2 por kilómetro (Cita 13).

iv. Huella Forestal – Desaparición de bosque primarios

¿Qué son los bosques Primarios?

Los bosques primarios están constituidos por especies autóctonas que no presentan ningún tipo de evidencia de intervención humana y cuyos procesos ecológicos permanecen en su mayoría intactos. En la actualidad, aún existen al menos 1,110 millones de hectáreas de bosques primarios en el mundo (Cita 14). 

La Huella Forestal es un indicador que cuantifica el área de bosque que se ve afectada, directa o indirectamente, por el consumo de ciertos productos. Este indicador se centra en ocho productos básicos con alto riesgo de deforestación, entre los que se encuentran: aceite de palma, soja y otros cultivos oleaginosos; café, cacao y otros cultivos tropicales; madera y productos derivados; carne y productos animales (Cita 15). 

Desafortunadamente, la agricultura industrial, especialmente la expansión de monocultivos como la soja y la palma aceitera, es un importante impulsor de la Huella Forestal, siendo una de las principales causas de la deforestación a nivel mundial (Cita 16).

La pérdida total de bosques primarios tropicales en 2023 alcanzó un total de 3,7 millones de hectáreas, lo equivalente a perder casi 10 campos de fútbol en bosques por minuto. Si bien esto representa una disminución del 9 % con respecto al 2022, la tasa en 2023 fue casi idéntica a las de 2019 y 2021. Toda esta pérdida de bosques produjo 2.4 gigatoneladas (Gt) de emisiones de dióxido de carbono en 2023 Cita 17.

v. Huella Social – ¿Quién fabrica nuestros productos?

Aunque no siempre sea evidente, el impacto social de las empresas es un indicador fundamental. Las empresas deberían implementar prácticas laborales éticas y justas que garanticen buenas condiciones de trabajo, protección social y una mayor atención a la salud de sus empleados. Asimismo, es crucial invertir en seguridad laboral y en el desarrollo profesional de su personal a través de formación continua. La forma de hacer negocios, basada en la competencia leal y el respeto a la ley, también deja una huella significativa en la sociedad.